Hemos trabajado bajo el concepto de espacio y practicidad con la idea de que la cocina debía ser el “epicentro” de la casa. Así, la pequeña cocina original se ha transformado en una mucho más grande e integrada en el comedor, aunque respetando las dos estancias por separado.

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En el comedor se ha dispuesto una mesa con una parte central giratoria de mármol que hace más cómodo y práctico compartir alimentos. Una lámpara con diseño premiado, de Flos, es el elemento que dota de la misma personalidad a ambos espacios, comedor y cocina, y a la vez los separa y los hace diferentes.

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La forma trapezoidal del salón obligaba a tomar decisiones para ganar espacio así que la solución fue un sofá en ángulo, de la marca Flexform.

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La cocina está vinculada a la terraza y cuenta con un  acceso directo al exterior, donde se ha colocado una pérgola bioclimática termoregulada creando un espacio para disfrutar todo el año con su jardín vertical repleto de plantas aromáticas para usos culinarios.